viernes, 5 de diciembre de 2014

NECESIDAD DE VENDERNOS

   Por desgracia aquí el que no llora no mama. Por eso todo el mundo llora. Nos cuentan sus logros, sus esfuerzos, sus penas, sus tristezas, sus méritos, sus dificultades,..., presumen de ellos. Necesitan que le digamos que bueno que lo hiciste, o que gran resultado, o fuiste capaz,..., nuestra bendición, felicitación, aprobación,..., esa es la forma de que todo el mundo se fije en lo que hacemos, valore nuestro trabajo y sentirnos importantes. Nuestra forma de ponernos delante, de hacer que nos elijan, nos patrocinen,...Nos vendemos como productos, porque somos mejores, distintos,...Tiramos de curriculum, de resultados, nos colocamos delante de otros,...Para lograr ser el centro del mundo, el objetivo de los flashes,...Por desgracia muchas cosas en esta sociedad funcionan así. De esta manera se obtiene el reconocimiento y es una forma de lograrlo. Muchas veces se producen injusticias y nos fijamos más en estos vendedores que en otras personas que a lo mejor tienen muchos más méritos aunque no lo pregonan.
    Supongo que yo no soy mucho de venderme, ni de dar excusas cuando las cosas no salen como espero, ni de estar insistiendo para que se fijen en mi,...por suerte a mi me enseñaron otros valores y lo más importante es que tú mismo estés orgulloso de lo que haces y logras. Por suerte he coincidido con muchas personas así en mi vida. Esos para mi son los grandes ejemplos. Las personas que no tienen que venderse, ni decir lo buenas que son, simplemente los ves y sientes admiración. Porque ellos no lo dicen, ni lo pregonan, hablan sus acciones, su forma de ser, sus gestos, su carisma,...No hay nada más bonito que te valoren algo porque salga de los demás y crean que deben hacerlo.