jueves, 21 de mayo de 2015

Sobrecarga en los Soleos y los Gemelos. Causas y soluciones.


El pasado 19 de mayo recibimos, por parte de un seguidor de la Página de Facebook, una consulta y hemos pensado que podríamos intentar darle algunas alternativas para su problema y publicarlas en el blog para así compartirlo con todo el que pueda estar en la misma situación.

El amigo Juan Antonio, así se llama el consultante, se encuentra preocupado porque al parecer se le sobrecargan los soleos con mucha facilidad en las series y rodajes a ritmo.


Lo primero de todo sería bueno aclarar qué es una sobrecarga y por qué se produce para ver si está ahí la raíz del problema. 
Entendemos por sobrecarga muscular todos aquellos síntomas que hacen que el músculo pierda eficiencia a causa de un trabajo para el que no ha sido previamente acondicionado. Muchas veces, sobre todo cuando llevamos ya un tiempo corriendo, pretendemos ahorrarnos el trabajo progresivo que requiere nuestra musculatura para afrontar determinados trabajos. Las tendinitis o las contracturas musculares suelen ser síntomas presentes en las sobrecargas. Incluso es posible que las causantes de las sobrecargas sean contracturas que nunca han terminado de desaparecer, bien porque no han sido tratadas adecuadamente dándoles el tiempo para terminar de soltarse, bien por una propensión a este tipo de dolencia, a causa, por ejemplo, de una alimentación pobre en sales minerales como el magnesio o el potasio o incluso por no beber suficiente agua perdiendo en ambos casos elasticidad muscular,


  • Por lo tanto, para evitar sobrecargas musculares lo interesante sería por un lado ir realizando el trabajo de forma progresiva.
  • Por otro lado mantengamos nuestros músculos en buen estado, a través de una buena alimentación rica en sales minerales y bebiendo agua suficiente. 
  • Es preciso también que, si estamos teniendo problemas con esto, atendamos minuciosamente nuestros estiramientos y acudamos a un profesional para que nos descargue con relativa frecuencia. 
  • Por nuestra parte podemos intentar descargarnos suavemente nosotros mismos después de cada sesión. 
  • Son muy útiles las duchas de frío calor y que apliquemos calor en la zona afectada para favorecer el riego sanguíneo que ayuda a que las contracturas se suelten.
  • Si existe tendinitis derivada de la sobrecarga muscular, el hielo nos ayudará a bajar la inflación del tendón.

Supongamos que a pesar de ser muy cuidadosos a la hora de llevar nuestras cargas, sigamos teniendo molestias, concretamente en los soleos y los gemelos. Si tenemos en cuenta que las funciones principales de ambos músculos son elevar el talón y extender el pie, deduciremos rápidamente, que una sobrecarga en esta zona está directamente relacionada con nuestra pisada. Son diversos los factores que en este sentido pueden estar incidiendo en nuestra dolencia.
  • Un calzado inadecuado puede distribuir la fuerza de nuestra pisada a nuestras piernas de forma que nos provoque un exceso de carga en determinados músculos, a pesar de que nuestros entrenamientos estén bien planteados.
  • Un cambio en nuestra pisada derivada de una molestia o una lesión que nos obligue a ir compensando nuestra postura para evitar el dolor.
  • La falta de atención a los estiramientos provocan que determinados músculos se acorten y provoquen cambios en la pisada, puesto que están interactuando directamente con las articulaciones.
  • Articulaciones bloqueadas que impiden que el trabajo de nuestras piernas se desarrolle con normalidad alterando nuestra pisada progresivamente.
  • El cambio de superficie sobre la que corremos, si cambiamos el circuito por el que corremos y mantenemos la carga sin tratar de adecuarnos de forma progresiva al nuevo terreno es posible que la relación fuerza/carga se vean descompensados, sobre todo si comenzamos a correr sobre un terreno más duro.

En cualquier caso la prisa y la falta de atención a la hora de ir adaptándonos a los cambios que realizamos en nuestras rutinas de entrenamiento, pueden estar relacionadas con este tipo de dolencia. Y es posible que ser minucioso y atender los detalles sea, en este caso, más beneficioso para alcanzar nuestros objetivos que intentar someternos y someter a nuestro cuerpo a un estrés para el que no está preparado.


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